No estaba mal la idea de que me acompañe. Acepte y empezamos a caminar, al principio en silencio. Hablamos de boludeces, sinceramente yo esperaba que me diga algo de nosotros (vos me entendes) pero hay hombres que no saben aprovechar los momentos. Si, ya se, estarás pensando que fui yo la que le dije que nos alejáramos pero hoy era un día excepcional, desgraciadamente él no se dio cuenta de eso.
Llegamos al departamento y Peter lo reconoció ¿no era que se había olvidado de que vivía cerca? Trato de zafar pero me di cuenta… al menos no era la única que se pisaba sola.
Entre a casa y me tire a descansar, después de una hora de sueño “reparador” me despertó el timbre; para mi mala suerte, no me andaba el portero electrónico. Supuse que era Flor (que solía hacer esas visitas “sorpresa”) así que baje como estaba: en pijama [short y musculosa vieja]
Al acercarme a la puerta me pareció ver a alguien muy conocido para mí pero era casi imposible que sea quien yo pensaba, no me quedo otra que abrir. Cuando lo hice quede sorprendida ¿Qué hacia él en mi departamento?
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A dormirrr!
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